Tras casi un mes tras el Ironman de Lanzarote y tras descansar y desconectar mínimamente decido afrontar de nuevo una carrera de montaña. Ya había realizado la misma hace dos años, por lo que tenía un breve referencia de lo que podía encontrarme, aunque tampoco recordaba el recorrido ni las sensaciones.
Llegaba sin ningún entreno por el monte como toca, sólo una sesión de 20 km con poco desnivel que había realizado el domingo anterior y como posteriormente comprobé me seguía faltando técnica y confianza en las bajadas.
Llegué a la salida con la idea de llevar el líquido ya que no sabía en que puntos kilométricos estarían los avituallamientos.
Empecé bastante conservador, pensando que podría apretar tras la primera subida importante. Aquí indicar que si bien en todo momento me noté bien en las subidas (en algunas ocasiones llegamos incluso a pararnos por atascos en sitios estrechos) pero en las bajadas tenía una falta de confianza que me provocaba que me pasará bastante gente.
Tras la primera subida importante vienen dos bloques con dos subidas no tan duras pero que te siguen cargando las piernas. Es una prueba bonita, sin bajadas peligrosas aunque bajo mi punto de vista no tan rodadora como otras que había realizado.
La verdad es que pensaba que podría apretar en los últimos kilometros y recuperar bastante, pero me encontré con una bajada en la que no quise arriesgar en absoluto tras la que ya realicé un par de kilometros hasta llegar a meta (ya por pista y asfalto) a buen ritmo (4 y poco el km).
Posición 225 de unos 690 corredoress (2h 27 min), apenas mejorando en 1 minuto el tiempo de hace dos años, lo que me indica dos cosas: me falta entreno por el monte (cosa que voy solucionando) y posiblemente no estaba a tope todavía tras el Ironman.
Me doy cuenta del gran nivel de forma que tenía en Lanzarote en la carrera a pie y de los volúmenes que estaba realizando. Ahora correr o salir en bici (ya no te digo nadar) me resulta más duro (tambien por el calor posiblemente). Pero que no os engañe el comentario, el nivel de motivación sigue en aumento y sigo concretando el posible calendario de competiciones con nuevos retos para este todavía 2012 tras tener que descartar alguna prueba por problemas en el calendario (la isostar desert maratón):
Posiblemente una ultra el 29 septiembre como inicio de un bloque de carreras ultra para el próximo 2013.
Este fin de semana sigo con mi puesta a punto con la marxa de montaña en Almenara, con menos desnivel pero más técnica, así que ya veremos como terminamos.
Un par de curiosidades revisando el Garmin tras Lanzarote:
Nadé 4 km 200 metros (hice más curvas que Crivillé en moto).
Las transiciones fueron de aproximadamente 650 m y 500 m (bastante largas)
La maratón me marcó un tiempo el 310xt de 3h 44min
El camino hacia el finisher 