El camino hacia el finisher

Blog de Wenceslao Espinós

Crónica Ironman Lanzarote 2012

2 comentarios

Creo que debo empezar esta crónica agradeciendo a todo el mundo el apoyo que he llegado a tener. Momentos muy duros en entrenos de más de 8 horas, sesiones interminables de piscina o entrenos de running con las piernas rebentadas por el cansancio. Gracias a la todos: familia y amigos, compañeros del club triatló Vila-real y compañeros del club Trilavall, del club de ciclismo, de atletismo, a la gente del Training Stage de Benidorm, a todos ( y a las que me olvido o no nombre pero saben que están ahí).

Siempre puedes llegar mejor a un Ironman, es algo que ya tengo claro. No somos profesionales y hay muchas áreas para mejorar, pero cada persona tiene una situación distinta y nunca podemos llegar a compararnos completamente con nadie. Esto es algo importante para todo aquel que quiera progresar en este deporte (que no implica que no debas marcarte unas metas). Recuerdo una frase de Luis Enrique en el Dvd de «sueños por hora»: «Aquí el que quiere puede». Y realmente es así.

Lanzarote es una de las pruebas distancia Ironman más duras del mundo. Todos lo dicen y ciertamente así lo puedo confirmar. Aunque esto depende de cada uno porque puede tener un día bueno o malo, en mi caso fue muchísimo más duro que Calella.

Llegaba con mejor punto de forma aunque con sensaciones extrañas: más volumen en natación aunque tiempos similares en entrenos, mejores entrenos en bici aunque peor media normalmente (la bici aquí no era comparable a la de Calella ni por asomo) y buenos entreno de running aunque seguí notando falta de chispa.

Es muy frustante ir a una media maratón y no mejorar tiempos. O salir con la bici y ver que vas con el gancho respecto a los demás compañeros de club. Pero como bien me dijo Carles yo no entreno eso, yo entrenaba triatlón de larga distancia y verdaderamente vi como estaba de forma en la maratón del Ironman (pero bueno, esto ya lo comentaré después).

Llegamos una semana antes del Ironman a Lanzarote con toda la familia: la jefa y las dos peques. Como es la semana de la prueba me permitiría disfrutar de ellas ya que no tengo apenas entrenos.

Durante la semana veo dos cosas: la maratón va a ser muy dura por el calor y el recorrido que no es llano como pensaba y la bici va a ser destructora. Nos enfrentamos a más de 2500 m de desnivel positivo sin descanso y con fuertes vientos en ciertos puntos.

El día de la prueba desayunas a las 4:30 de la mañana, pensando quien me manda hacer esto. Tantos meses de entrenos, lesiones, sueño…. pero también recuerdas las cosas positivas, las risas en Benidorm con los cracks del Stage, las horas de entreno y piensas que puedes hacerlo.

Voy con un compañero del hotel hacía la prueba: lleva 9 ironmans y está igual de nervioso que yo. Y eso que es su cuarto Lanzarote 🙂

La natación en esta prueba no me gustó (no a nivel organizativo que considero una gran prueba al igual que en Calella), pero 1700 triatletas de golpe te provocan algún que otro guantazo y se me hizo muy dura. Más de lo esperado.

Transición lenta (junto con la natación mis dos puntos a mejorar desde ya) y a coger la bici. Al menos no he tenido calambres ni nada similar, sólo un besito de una medusa en la primera vuelta.

Salgo muy atrás, así que ya sé que voy a pasar a gente. Pienso que la bici es el séctor en el que mejor estoy, así que es cuestión de cogerselo con calma y regular (como bien me dijo Alberto del Trilavall, después de los miradores aún no se ha terminado el Ironman, queda mucho que sufrir). Y a partir del km 20 aproximadamente es donde me aparece un dolor impresionante en la espalda. Había tenido problemas previos las últimas semanas, pero pensaba que habían desaparecido. Sólo encontraba respiro cuando iba de pie, así que imaginad el dolor durante los 180 km de bici. El recorrido es tal cual te lo cuentan los que ya han estado allí: duro en los tramos de subida y con viento donde normalmente hace viento. Sin sorrpresas, una agonía constante, jeje, si vas mal, claro, como yo iba. Pero bueno, cada uno tiene sus problemas, y a mi me toco el problema de la espalda, así que debía apechugar y seguir.

Termino la bici en 7:18 aproximadamente, más de lo esperado. Llego a la T2 y cuando intento ponerme los zapatos no podía agacharme a atarme los cordones, imaginad como estaba de dolor. Levanto las piernas y consigo atarme los cordones ya salgo a correr. Sin el cinturon con la bebida y geles porque no aguantaría bien el peso en ese punto de la espalda.

En la salida el gran Clemente Alonso me dice que voy bien, que mantenga el ritmo. Estando de pie no me duele así que le hago caso y me casco los primeros 6 km a 4:30. Voy bien, aunque en los puestos de avituallamiento tengo que parar a beber (ya que dan la bebida en vasos). Igual esto fue una de los puntos que me ayudo a mejorar tiempos.

Aquí hacemos una vuelta de 21 km y luego dos de 10,5. La primera es la más dura, ya que ves mucha gente que va por la segunda y la última y te desmoraliza un poco. Y que decir del calor que hacía, increible la de cadaveres que se veían.

Voliendo de la primera vuelta me pega subidón: me noto a tope, fenomenal de piernas. Me vienen a la mente los momentos positivos, voy sub 5 sin problema, aunque sé que puedo tener problema y empiezo a dejar margen ya que quedan muchos kilómetros.

Veo que puedo bajar de 4 horas en la maratón, una buena marca dado que tras unas 9 horas de competición ir a esos ritmos es una buena señal.

Y ya en los kilómetros finales (últimos 10 km) veo que si aprieto todavía más bajaré de 13 horas. Pues vamos a ello, va a ser duro pero lo voy a intentar. Tengo a las jefas cerca de meta y debo llegar con margen para poder entrar con ellas tranquilamente (porque quieras o no, no es lo mismo 13:01 que 12:59, jeje). Subo el ritmo, tiro de geles cuando el estomago me lo permite y sigo pasando gente (creo que pasé a unos 400 en la maratón).

Recta de meta y veo a mi mujer y a las peques y un 12:58:00 en el marcador que me indica que voy a llegar tranquilo, disfrutando del recorrido, de esos 100 m que como ya me dijo en su día Dani Peris, había que hacerlos andando si era posible para disfrutar del momento.

Finisher de nuevo, gran marca en maratón (para mi) de 3:47 y 12:59 en el Ironman de Lanzarote.

Proximo objetivo?¿ Roth, alguna ultra?¿ De momento a desconectar un poco y plantearse nuevos retos. Haré triatlón, carreras por montaña e incluso alguna prueba btt si se tercia.

Mil gracias a todos cracks.

2 pensamientos en “Crónica Ironman Lanzarote 2012

  1. Enhorabuena. Tiempazo en la maratón y tiempazo en general. Otro finisher y de que manera. Cómo se disfruta ese pasillo… Envidia sana!!

  2. Pingback: Suplementación | Skyrunner, la pasión por la ultradistancia

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